Señala que, paradójicamente, en los lugares donde deberían abundar ciertos objetos o características, suelen faltar.
Explica que, cuando una persona es poco diligente, suele ser arrastrada en una dirección que no es la que eligió.
Menciona que, a menudo, los hijos siguen las mismas costumbres o mantienen las mismas cualidades que sus padres.
Sugiere que, las mayoría de las veces, las personas que más amenazan son las que después menos peligrosas resultan.
Alude a que una persona desagradecida puede pagarle con la misma moneda a otra que la perjudicó.
Apunta a que muchas veces las personas se definen por las compañías con las cuales se rodean.
Explica que alguien no puede dar órdenes cuando tiene un superior o jefe, por más que lo intente.
Aconseja que es mejor apostar a lo seguro y no a algo de lo que no se tienen certezas.
Señala que, cuanto más alarde se hace de un logro o de una promesa, menos resultados habrá en la práctica.
Demuestra que es mejor hacer una sola cosa en profundidad, que hacer mucho al mismo tiempo.
